Ciudad Juárez, Chih.– En medio del crecimiento de cultos alternativos entre los jóvenes de la región, la Iglesia Católica en Ciudad Juárez ha emitido un fuerte mensaje sobre los riesgos espirituales y sociales de rendir culto a la Santa Muerte, figura que consideran una representación contraria a los valores cristianos.
El párroco de la Catedral, Eduardo Hayen, lanzó un llamado enfático durante una homilía reciente, en la que advirtió sobre las consecuencias de invocar entidades que, lejos de ofrecer salvación, pueden arrastrar a quienes las siguen hacia la destrucción espiritual y moral.
“Sí, puede ser que el demonio haga favores también, pero son favores que salen muy caros… porque después te los cobra”, afirmó el sacerdote, aludiendo a los supuestos milagros o ayudas que algunos fieles atribuyen a esta figura.
Asocian altares con el crimen organizado
Hayen también señaló que muchos de los altares a la Santa Muerte están directamente relacionados con actos criminales, ya que su veneración ha sido popularizada en contextos de violencia, narcotráfico y delincuencia organizada.
“No se trata de una auténtica religión, porque no promueve el amor, el servicio ni el desarrollo humano con virtudes”, subrayó.
Un llamado directo a los jóvenes
El mensaje estuvo dirigido especialmente a la juventud juarense, a quienes invitó a no dejarse seducir por aparentes caminos fáciles hacia el poder o la protección, ofrecidos por cultos que –según explicó– distorsionan la espiritualidad verdadera y fomentan una relación de dependencia con el mal.
“El camino hacia Dios cuesta, pero la recompensa es maravillosa”, afirmó.
Iniciarán campaña de orientación espiritual
La Iglesia Católica en Juárez anunció que en los próximos días comenzará una campaña de orientación espiritual y de acercamiento a los jóvenes, con el fin de ofrecer alternativas sanas y basadas en valores cristianos ante el avance de estas prácticas esotéricas en la frontera.
Este pronunciamiento se da en un contexto donde cada vez más sectores de la población, incluidos reclusos y miembros del crimen organizado, profesan abiertamente devoción a la Santa Muerte, lo que ha encendido las alarmas dentro de instituciones religiosas y civiles por el impacto que esto puede tener en la sociedad.