El Paso, Texas.– El Departamento de Justicia de Estados Unidos presentó este jueves una acusación histórica por narcoterrorismo contra María del Rosario Navarro-Sánchez, una mujer mexicana de 39 años señalada por su colaboración con el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), considerado uno de los grupos criminales más violentos y peligrosos del continente.
La imputación, realizada en el Distrito Oeste de Texas, representa el primer caso en la historia legal de Estados Unidos en el que una persona mexicana es procesada por apoyar materialmente a una organización designada como terrorista.
Según documentos judiciales, Navarro-Sánchez habría intentado proveer granadas al CJNG, además de estar involucrada en delitos de tráfico de armas, narcóticos, contrabando de personas y lavado de dinero a gran escala. Las autoridades la identifican como una pieza clave dentro de las operaciones transfronterizas del cártel.
Narcotráfico como terrorismo: un nuevo marco legal
Desde febrero, el CJNG fue oficialmente clasificado como Organización Terrorista Extranjera (FTO) por el Departamento de Estado. Esta designación permite a las autoridades aplicar penas más severas a quienes colaboren con ellos, marcando un cambio profundo en la estrategia legal contra los cárteles mexicanos.
“Este caso muestra nuestro compromiso inquebrantable para proteger nuestras fronteras y a nuestros ciudadanos”, declaró Pamela Bondi, fiscal general adjunta.
Navarro-Sánchez, conocida también por los alias “Fernanda” y “Chayo”, habría operado junto con otros coacusados mexicanos, incluyendo Gustavo Castro-Medina, acusado de distribución de sustancias controladas y tráfico de personas.
Una operación internacional coordinada
El arresto de Navarro-Sánchez se realizó el 4 de mayo, como parte de una operación multinacional coordinada por agencias como el FBI, DEA, ATF, HSI y la Fiscalía General de la República (FGR) en México. Las investigaciones incluyeron intervenciones encubiertas y vigilancia electrónica.
“El FBI está decidido a desmantelar organizaciones como el CJNG y detener a quienes las financian o protegen”, señaló John Morales, jefe del FBI en El Paso.
Esta acción forma parte de Operation Take Back America, una estrategia del gobierno federal enfocada en eliminar redes criminales transnacionales, frenar el tráfico de drogas y armas, y combatir la inmigración ilegal.
¿Un precedente para futuras acusaciones?
La acusación contra Navarro-Sánchez podría sentar un precedente clave en la manera en que Estados Unidos enfrenta al crimen organizado mexicano. Tratar las acciones del CJNG no solo como delitos comunes, sino como actos de terrorismo, abre nuevas posibilidades legales que podrían extenderse a otros casos similares.
“Este puede ser el primero de muchos cargos de narcoterrorismo en la frontera”, advirtió Bennie Mims, portavoz de la ATF.
La Fiscalía del Distrito Oeste de Texas buscará demostrar que Navarro-Sánchez no actuó de forma aislada, sino como parte de una red criminal estructurada, violenta y con alcance internacional, que representa una amenaza directa a la seguridad nacional.