La cinta de David Pablos, filmada en el norte de México cerca de Ciudad Juárez, retrata la vida de los traileros desde una mirada íntima y queer
Morelia, Michoacán.– El cineasta David Pablos —reconocido por su sensibilidad para abordar temas sociales con profundidad humana— presentó en el Festival Internacional de Cine de Morelia su nueva película “En el camino”, un romance entre traileros mexicanos ambientado en el árido norte del país, muy cerca de Ciudad Juárez.
El filme, que ya ganó el Premio Orizzonti a Mejor Película y el Queer Lion en el Festival de Venecia, muestra una historia poco contada en el cine mexicano: la intimidad y vulnerabilidad emocional entre hombres que trabajan en un entorno rudo y dominado por estereotipos de masculinidad.
Una historia de amor en la carretera
La trama sigue a Muñeco (interpretado por Osvaldo Sánchez), un chofer de tráiler que lucha con adicciones, y Veneno (Víctor Prieto), un joven misterioso al que conoce en una cachimba —restaurante típico de camioneros— en medio de la carretera.
Lo que comienza como una amistad se transforma en una relación compleja marcada por la soledad, la violencia y el deseo, en un contexto donde las emociones deben ocultarse bajo una fachada de dureza.
“Me enamoró este entorno. Me di cuenta de que había una posible historia de intimidad entre hombres en un mundo donde la sensibilidad parece no tener espacio”, explicó Pablos en entrevista con The Associated Press.
Un retrato del norte y sus contrastes
Filmada cerca de Ciudad Juárez, la película muestra las carreteras polvorientas, las cachimbas y los tráilers decorados como reflejo de identidad y orgullo.
“Escogí Juárez porque me parece que es la ciudad ideal. Es una ciudad muy trailera”, señaló el director.
Pablos también quiso plasmar la inseguridad que enfrentan los transportistas en las carreteras mexicanas:
“Todos, o la gran mayoría, han sufrido asaltos o secuestros. Se vuelve un oficio de muchísimo riesgo”.
Adicción, soledad y masculinidad
El realizador contó que, durante su investigación, descubrió que casi todos los choferes recurren a estimulantes para mantenerse despiertos por días:
“Las cachimbas venden ‘perico’, pastillas para adelgazar que consumen con café. Muchos me dijeron que han pasado hasta una semana sin dormir”.
Pablos explicó que detrás de ese ritmo de trabajo extremo hay presión laboral, desgaste físico y una profunda soledad, que en su película se transforma en una búsqueda de conexión y afecto.
El protagonista juarense que cambió la ingeniería por la actuación
El papel de Veneno es interpretado por Víctor Prieto, un joven originario de Ciudad Juárez que estudió ingeniería electromecánica y que llegó al casting por casualidad.
“Me enteré del casting por un mensaje de WhatsApp. Acompañé a mi pareja y terminé quedándome con el papel”, contó Prieto, quien comparte créditos con su novio, Hemir Causin, en un papel menor.
El actor confesó que su historia personal se refleja en la del personaje:
“Veneno fue abandonado por su padre por ser gay. En mi caso no fue por eso, pero también sufrí el abandono. Es una herida que conecta”.
Prieto, quien se identifica como bisexual, reconoció que en Juárez todavía existe resistencia hacia la diversidad sexual:
“Las personas son más cerradas en este tema, y yo tenía que aparentar ser heterosexual, pero no me gustaba eso”.
Una producción con enfoque de respeto e intimidad
Para las escenas íntimas, Pablos trabajó con una coordinadora de intimidad, Patricia Ortiz, quien ayudó a crear un ambiente de confianza entre los actores.
“Todo parte de la comunicación. Todo se dice, se acuerda y se coreografía. Así logramos que las escenas sean naturales y con respeto”, explicó el cineasta.
Una mirada humana y emocional del oficio camionero
“En el camino” combina realismo social, erotismo y denuncia, retratando un México de carreteras inseguras, jornadas extenuantes y emociones reprimidas.
“Los tráilers son como vientres: espacios acogedores en medio de la oscuridad de la carretera”, resume Pablos.
La película busca romper tabúes sobre la masculinidad y la orientación sexual dentro de una profesión tradicionalmente asociada a la rudeza.