Josué Guerrero Espino, desaparecido desde abril, asegura en video haber sido reclutado y secuestrado por grupos armados
CHIHUAHUA, CHIH. — A más de tres meses de su desaparición, Josué Guerrero Espino, un joven de 17 años originario de Santiago Papasquiaro, Durango, fue visto nuevamente en un video difundido en redes sociales, en el cual asegura haber sido privado de la libertad por un grupo criminal en el municipio de Aldama, Chihuahua.
El mensaje en video
En el video, el joven se presenta como Josué Guerrero Espino, alias “Cheche”, y afirma que fue reclutado mediante un mensaje en Guachochi, tras lo cual fue enviado a trabajar como “punto” —actividad común en grupos criminales para vigilar zonas—. Según su relato, dos días después fue levantado por personas que se identificaron como “Roster” y “Challelo”, presuntos miembros de “Los Cabreras” y “Los Mayos”, facciones del crimen organizado que operan en la región serrana.
La grabación muestra al joven con rostro visiblemente tenso, pero aparentemente en buenas condiciones físicas, mientras narra los hechos de forma pausada.
La familia no baja los brazos
La madre del menor, Magaly, también difundió un video pidiendo a la ciudadanía y a las autoridades continuar con los esfuerzos de localización. “Pido de corazón que no abandonen la búsqueda. Mi hijo no desapareció solo, alguien sabe dónde está”, expresó conmovida.
Josué fue reportado como desaparecido el 30 de abril de 2025. Según la Fiscalía General del Estado (FGE), la última vez que fue visto vestía:
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Pantalonera negra
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Sudadera negra
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Tenis rojos con blanco
Sin confirmación oficial aún
Hasta el cierre de esta edición, la FGE no ha confirmado la autenticidad del video, ni ha emitido posicionamiento oficial. Sin embargo, fuentes cercanas a la investigación señalaron que el material ya está siendo analizado por especialistas en inteligencia y delitos de alto impacto.
Contexto de riesgo en Aldama
La región de Aldama, al igual que otras zonas del estado de Chihuahua, ha sido señalada como zona de operación de grupos armados que reclutan menores y jóvenes para actividades ilícitas. El caso de Josué pone nuevamente sobre la mesa la urgencia de acciones preventivas y atención a comunidades vulnerables ante este tipo de fenómenos.