La presidenta afirma que sólo un juez puede autorizar intervenciones y acusa “campaña de mentiras” de la oposición
Ciudad de México.– La presidenta Claudia Sheinbaum negó categóricamente que la reforma a la Ley de Telecomunicaciones y Radiodifusión permita espionaje por parte del Estado mexicano, como han denunciado legisladores del PRI y PAN, quienes en días recientes llevaron un ataúd al Congreso con el mensaje “Murió la libertad”.
Durante su conferencia de prensa matutina, “La Mañanera del Pueblo”, Sheinbaum respondió directamente a las acusaciones de que su administración busca vigilar las comunicaciones privadas a través de esta reforma.
“Es falso, es mentira, que las leyes aprobadas tengan que ver con que el Estado va a espiar. Falso. Se miente deliberadamente. Este gobierno no espía a nadie”, expresó.
Las comunicaciones privadas son inviolables, afirma Sheinbaum
La mandataria explicó que la Constitución garantiza el derecho a la privacidad, y que cualquier acto en contra de ese principio es penalmente sancionado, excepto en casos excepcionales, como desapariciones o secuestros, donde se puede solicitar a las empresas telefónicas el acceso inmediato a información de geolocalización para proteger vidas.
Además, subrayó que sólo una autoridad judicial puede autorizar la intervención de comunicaciones privadas, y únicamente en el marco de una investigación penal por delitos graves.
“No hay nada en las leyes que tenga que ver con espionaje a ciudadanos ni con censura. Eso ya quedó atrás. Lo que ahora se dice de ‘ley espía’ es una mentira más”, afirmó.
¿Cuándo puede haber una intervención telefónica?
Sheinbaum precisó que la intervención solo se permite bajo orden judicial, a solicitud del Ministerio Público, y no procede en casos fiscales, electorales, civiles, laborales o administrativos. La solicitud debe estar debidamente fundada y motivada, especificando tipo de intervención, duración y sujetos involucrados.
Oposición insiste en que hay riesgo de censura y vigilancia
Las declaraciones de Sheinbaum se dan tras los fuertes reclamos de la oposición, principalmente del PRI y PAN, quienes han acusado que la reforma abre la puerta a un modelo de control y vigilancia al estilo “Big Brother”. Incluso, legisladores llevaron al Congreso un ataúd blanco con el logo de Morena, como símbolo del fin de la libertad de expresión.
Sin embargo, la presidenta insistió en que estas afirmaciones carecen de sustento legal y técnico, y forman parte de una campaña de desinformación para desacreditar las reformas impulsadas por su gobierno.