Puebla.– Después de cinco años de búsqueda incansable, el caso de Rafael Huerta Vega, conocido como Rafita, tuvo un trágico desenlace. El menor, desaparecido en 2020 durante la pandemia, fue hallado sin vida en abril de 2025, enterrado en el patio del domicilio que compartía con su padre y su madrastra, en la colonia Playas del Sur, en Puebla capital.
El hallazgo fue confirmado por la Fiscalía General del Estado de Puebla el pasado 10 de junio, tras realizar las pruebas forenses correspondientes. Los restos óseos fueron encontrados en el lugar donde vivía el menor, una hipótesis que su madre, Teresa, había mencionado desde el inicio de la investigación.
“Fue como si la tierra se lo hubiera comido”, había declarado en 2022, cuando lamentaba la falta de colaboración de los vecinos y la escasa respuesta de las autoridades.
Una denuncia ignorada y llena de inconsistencias
Rafita tenía 12 años cuando desapareció tras salir a comprar frijoles en una tienda cercana, según la versión del padre, Alfredo, quien compartía la custodia del menor con Teresa. Desde el primer momento, la denuncia se vio empañada por inconsistencias: la fotografía que el padre entregó a la Fiscalía no coincidía con la imagen del niño, y posteriormente evadió los citatorios oficiales, cortó comunicación con la madre y terminó desapareciendo junto con la madrastra.
La pandemia de Covid-19 fue otro obstáculo. La emergencia sanitaria y la crisis institucional dificultaron la investigación. La madre comenzó una búsqueda por cuenta propia, visitando tiendas, hospitales y tocando puertas sin descanso, mientras la Fiscalía no ofrecía avances significativos.
Prófugos, los principales sospechosos
La fiscal Idamis Pastor informó que tanto el padre como la madrastra de Rafita se encuentran prófugos desde hace varios años, y que se está trabajando en la integración de las órdenes de aprehensión en su contra. Hasta el momento, no hay detenidos.
La historia de Rafita, un niño que servía como acólito en su comunidad, ha dejado una huella de dolor, pero también de denuncia sobre la ineficiencia de las autoridades y la desprotección que enfrentan los menores de edad en situaciones de violencia familiar.
Este 2025, Rafael Huerta Vega habría cumplido 17 años. Su madre y quienes lo recordaban con cariño, hoy solo pueden rendirle homenaje desde la memoria, tras una tragedia que pudo haberse evitado.