Los Ángeles.– Lyle y Erik Menéndez, quienes cumplen cadena perpetua sin derecho a libertad condicional desde 1996, comparecen este jueves y viernes ante un tribunal de Los Ángeles con la esperanza de reabrir su caso penal y obtener una nueva audiencia de sentencia, lo que podría abrir la puerta a su libertad condicional.
El caso, que conmocionó a Estados Unidos en 1989, involucró el asesinato de sus padres, José y Kitty Menéndez, en su lujosa casa de Beverly Hills. En ese entonces, Lyle tenía 21 años y Erik 18.
Alegan abuso como motivo del crimen
Durante el juicio, la defensa argumentó que los jóvenes actuaron en defensa propia tras sufrir años de abuso sexual, físico y emocional por parte de su padre, una versión que fue desestimada por el jurado de aquel entonces.
Hoy, nuevas pruebas y testimonios podrían cambiar el rumbo del caso. Los abogados sostienen que hay evidencia adicional que no fue considerada en el juicio original y que respalda las alegaciones de abuso, lo que podría calificar para una revisión bajo las reformas legales recientes en California.
Estas leyes permiten reconsiderar sentencias cuando emergen nuevas pruebas o cambian los criterios legales sobre cómo deben evaluarse ciertos delitos.
El caso revive con fuerza en redes y documentales
El interés en los hermanos Menéndez ha resurgido en años recientes gracias a documentales, series y campañas en redes sociales que replantean la historia desde una perspectiva más empática, enfocándose en el contexto familiar y los abusos denunciados.
De lograr una nueva audiencia de sentencia, Lyle y Erik podrían acceder por primera vez en más de 30 años a la posibilidad de libertad condicional, aunque el camino legal sigue siendo complejo y no exento de obstáculos.