En los últimos días, la pareja de creadores de contenido conocida en redes sociales como Aleja y Jaime ha generado un intenso debate debido a la forma en que interactúan con su “bebé”, un muñeco Reborn. Su contenido ha dividido opiniones, con algunos usuarios expresando preocupación y otros considerándolo una simple estrategia de entretenimiento.
¿Qué es un bebé Reborn?
Los bebés Reborn son muñecos hiperrealistas fabricados con materiales de alta calidad para imitar la apariencia y textura de un bebé real. Comúnmente se utilizan con fines terapéuticos, ayudando a personas que han sufrido la pérdida de un hijo o que buscan compañía. Sin embargo, en el caso de Aleja y Jaime, su interacción con el muñeco ha generado controversia, pues muchos consideran que han llevado la situación a un nivel extremo.
El debate sobre su contenido
Los seguidores de la pareja han señalado que su trato hacia el muñeco ha evolucionado de una simple forma de entretenimiento a una verdadera obsesión. En sus publicaciones, no solo lo tratan como si fuera un bebé real, sino que también han empleado filtros e inteligencia artificial para darle movimientos y expresiones faciales realistas. Además, han llegado a declarar que su “hijo” es “obra de Dios”, lo que ha intensificado las críticas.
Las reacciones en redes sociales no se han hecho esperar. Mientras algunos defienden su derecho a crear contenido libremente, la mayoría de los internautas han expresado preocupación y rechazo:
- “Deben ir al psicólogo.”
- “Están haciendo esto solo por visitas.”
- “Dios te cure, no te confundas.”
- “Esto es demasiado, ya raya en lo preocupante.”
El fenómeno ha generado una discusión sobre los límites del entretenimiento en redes sociales y el impacto que este tipo de contenido puede tener en la audiencia. Mientras algunos creen que es solo una estrategia para ganar popularidad y monetización, otros se preguntan si la pareja realmente cree que su muñeco es un bebé real.
En un mundo donde las redes sociales pueden convertir cualquier tendencia en un fenómeno viral, el caso de Aleja y Jaime plantea una interrogante importante: ¿hasta dónde se puede llegar por likes y visualizaciones?
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