La posible reducción de la jornada laboral en México de 48 a 40 horas semanales ha generado un intenso debate en el ámbito legislativo y laboral. Esta reforma, que ha sido motivo de discusión desde hace meses, podría cambiar la dinámica de trabajo para millones de mexicanos.
¿En qué consiste la reforma de las 40 horas?
La iniciativa busca modificar la Ley Federal del Trabajo (LFT) para reducir la jornada laboral máxima de 48 a 40 horas semanales. Esto significa que, de aprobarse, los trabajadores tendrían dos días de descanso obligatorios por cada cinco días laborados.
La propuesta incluye una implementación gradual, lo que permitiría a las empresas adaptarse a los cambios. Actualmente, hay cinco proyectos de reforma en discusión, y aunque no hay una fecha definida para su aprobación, se espera que pueda concretarse en 2025.
Esta no es la primera vez que se plantea esta reforma; en 2023 ya se había presentado una iniciativa similar, pero no logró avanzar.
¿Quiénes se beneficiarían con la reducción de la jornada laboral?
La reforma beneficiaría principalmente a los trabajadores formales que actualmente laboran 48 horas semanales, el máximo permitido por la ley. Estos empleados podrían ver una reducción inmediata en su jornada, lo que se traduciría en más tiempo de descanso o una redistribución de sus horarios. Algunos de los sectores más beneficiados serían:
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Trabajadores de la industria manufacturera: Muchos operarios en fábricas y plantas de producción trabajan seis días a la semana, con jornadas de ocho horas diarias. Con la reforma, podrían reducir su semana laboral a 40 horas, lo que les permitiría tener un día extra de descanso (por ejemplo, el sábado) o jornadas diarias más cortas.
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Empleados del sector comercio y servicios: Dependientes de tiendas, restaurantes, hoteles y otros negocios con horarios extendidos suelen cumplir jornadas de 48 horas semanales. La reforma les permitiría disfrutar de más tiempo libre o mayor flexibilidad en sus horarios.
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Personal administrativo en empresas formales: Los empleados de oficina que trabajan bajo contratos de 48 horas semanales también se verían beneficiados. Podrían obtener un segundo día de descanso o una redistribución de horas para cumplir con el límite de 40 horas.
¿A quiénes no aplicaría la reforma?
No todos los trabajadores verían una reducción inmediata en su jornada laboral. Quienes ya laboran menos de 48 horas semanales, como empleados públicos con jornadas de 35 a 40 horas o trabajadores de empresas con esquemas flexibles, no experimentarían cambios. Además, la implementación podría ser gradual en algunos sectores, ya que las empresas han solicitado un periodo de transición para adaptarse.
Por otro lado, los trabajadores del sector informal no se verían beneficiados, ya que no están regulados por la LFT. Estos empleados, que representan una parte significativa de la fuerza laboral en México, seguirían trabajando 48 horas o más, sin acceso a los derechos laborales que ofrece el sector formal.
La reducción de la jornada laboral es una de las 100 promesas de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien ha manifestado su intención de implementar esta medida de manera gradual y en consenso con el sector empresarial y los trabajadores.
Aunque aún no hay una fecha exacta para la aprobación de la reforma, se espera que las discusiones en el Congreso avancen en los próximos meses, con la posibilidad de que la reducción de la jornada laboral sea una realidad en México en 2025.