México.-El pasado 11 de febrero de 2025, el médico veterinario Héctor Hernández Cañas fue asesinado en su clínica ubicada en Tultepec, Estado de México, presuntamente por los dueños de una perrita de raza Yorkshire Terrier que falleció tras una intervención quirúrgica.
Según los informes, la mascota, llamada Mía, de ocho años, fue llevada a la clínica debido a una obstrucción en el esófago causada por un hueso de aproximadamente 3 centímetros. A pesar de que el veterinario realizó la cirugía para extraer el objeto, la perrita presentó complicaciones durante la recuperación y sufrió un paro cardiorrespiratorio que le causó la muerte.
Tras el fallecimiento de Mía, los propietarios responsabilizaron al veterinario y comenzaron una campaña de desprestigio en su contra, acusándolo de negligencia médica. Héctor Hernández denunció en sus redes sociales que estaba siendo víctima de amenazas y extorsión por parte de los dueños de la perrita. En una publicación del 22 de enero, explicó que la demora de los propietarios en autorizar la cirugía contribuyó al deterioro de la salud de Mía.
El día del ataque, Héctor Hernández fue agredido con un arma blanca en el rostro y el torso, lesiones que le provocaron la muerte. Las autoridades locales han iniciado una investigación para identificar y detener a los responsables. Mientras tanto, la comunidad veterinaria y la sociedad en general exigen justicia y condenan este acto de violencia.
La Federación de Colegios y Asociaciones de Médicos Veterinarios Zootecnistas de México expresó su profunda consternación por el fallecimiento de su colega y pidió a las autoridades competentes que realicen las investigaciones necesarias para esclarecer los hechos y garantizar justicia en este lamentable caso.
Este trágico suceso pone de manifiesto la necesidad de proteger a los profesionales de la salud animal y de fomentar el respeto y la comprensión hacia su labor.