México-.El mercado automotriz en la Ciudad de México ha sido testigo de la llegada de una nueva opción para la movilidad urbana: el auto chino Chang Li S1 Pro.
Y es que si bien el año pasado este modelo se volvió viral, de nueva cuenta está circulando las calles de la CDMX, captando la atención por su bajo costo y funcionalidad específica.
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Adaptado a la velocidad urbana
Con un precio accesible de 20 mil pesos, el Chang Li S1 Pro se ha posicionado como una solución económica y práctica para los habitantes de la Ciudad de México.
De hecho, un usuario local ha compartido su experiencia a través de varios videos en la plataforma TikTok bajo el usuario MagnetX, destacando cómo el auto se adapta a las condiciones de tráfico de la ciudad.
«Este carrito es para ir lento pero contento», comenta el conductor, refiriéndose a la capacidad del vehículo de mantener un ritmo adecuado sin necesitar altas velocidades.
El conductor subraya que, aunque el Chang Li S1 Pro no está diseñado para competir en carreras o transitar por vías rápidas, es perfectamente adecuado para la movilidad dentro del vecindario.
El auto, que alcanza una velocidad máxima de 40 kilómetros por hora, resulta ser más que suficiente en una ciudad donde la velocidad promedio durante la hora pico es de tan solo 7 kilómetros por hora.
Además, el conductor menciona la ventaja de su modo sport, que permite alcanzar la velocidad máxima del vehículo, aunque siempre dentro de los límites urbanos seguros.
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Beneficios ambientales y prácticos
El mismo usuario durante un domingo de contingencia ambiental, destacó otro beneficio significativo del Chang Li S1 Pro: su condición de vehículo eléctrico le exime de las restricciones de tránsito típicas de estos días, al no contribuir a la contaminación atmosférica.
Esta característica no solo lo convierte en una opción amigable con el ambiente, sino que también permite a sus usuarios una movilidad ininterrumpida incluso durante restricciones ambientales.
Cabe resaltar que el uso diario del Chang Li S1 Pro es promovido por los conductores para actividades cotidianas como visitar la tintorería, el mercado o el supermercado, resaltando su funcionalidad como «movilidad de barrio».
“No es un carrito para andar en carrera en vías rápidas, es un carrito para andar… es movilidad de barrio”.
Con su bajo costo, facilidad de uso y beneficios ambientales, este pequeño vehículo eléctrico parece haber encontrado un nicho específico en la vasta y variada panorámica vehicular de la Ciudad de México.
