Tijuana, Baja California – La construcción del polémico muro fronterizo, conocido como el “muro de Trump”, fue reanudada el primer día del regreso del expresidente Donald Trump a la Casa Blanca. La obra, que se lleva a cabo en la zona de Playas de Tijuana, ha causado controversia por su impacto ambiental en una cañada considerada área protegida, donde aún faltaba instalar la barrera de más de 10 metros de altura.
En paralelo, la presencia de aviones V-22 Osprey sobrevolando la frontera entre San Diego y Tijuana ha aumentado, sumándose a la vigilancia habitual de helicópteros de la Patrulla Fronteriza. Este tipo de aeronave, utilizada por el Ejército de Estados Unidos, es híbrida, con la capacidad de despegar y aterrizar tanto de forma vertical como horizontal, y ha sido destacada por la Casa Blanca como parte de su estrategia de despliegue militar en la zona, en el marco de la campaña contra la migración irregular.
La reanudación de los trabajos ha generado el rechazo de activistas y residentes, quienes alertan sobre los efectos negativos para el medio ambiente, debido a que el terreno afectado alberga flora nativa de la región. Daniel Watman, director de Amigos del Parque de la Amistad, expresó su inconformidad: “Habían detenido esto, pero el primer día de Trump, empezaron de nuevo. Reiniciaron la obra esa mañana, a las 7 de la mañana”, aseguró.
La construcción del muro se lleva a cabo en un terreno donde, en 2018, se realizaron trabajos para la construcción de un camino artificial para el paso de vehículos de la Patrulla Fronteriza. Sin embargo, el camino tuvo que ser demolido y reconstruido debido a errores en su diseño original. Watman sugirió que la reanudación de los trabajos no fue una coincidencia, y añadió: “Estaban preparados para comenzar en cuanto Trump regresara, y ahora están avanzando rápidamente”.
Los trabajos están siendo ejecutados por la misma empresa encargada de la obra en 2018, la cual causó varios problemas durante la construcción anterior, que incluyó la instalación de grandes alcantarillas para permitir el flujo natural del agua en la cañada.