Chihuahua, México. — En un hecho histórico para la comunidad rarámuri y el sistema de salud de México, Belinda Figueroa ha logrado convertirse en la primera doctora perteneciente a esta comunidad indígena. Su historia es un ejemplo de perseverancia, esfuerzo y compromiso con su pueblo.
Originaria de la Sierra Tarahumara, Belinda enfrentó múltiples desafíos para alcanzar su meta, superando barreras económicas, culturales y educativas. Gracias a su determinación, concluyó sus estudios de Medicina, marcando un hito para los pueblos originarios de la región.
“Quiero servir a mi comunidad y demostrar que no hay límites cuando se trata de cumplir sueños. Es un honor representar a mi gente y poder contribuir a mejorar su calidad de vida”, expresó Belinda en una entrevista reciente.
Su logro es también un llamado a reconocer y apoyar el talento de las comunidades indígenas, así como a garantizar el acceso a la educación y la salud en regiones marginadas.
Belinda ahora planea ejercer en la Sierra Tarahumara, donde buscará atender a su comunidad y promover el acceso a servicios médicos, combinando los conocimientos de la medicina moderna con la sabiduría ancestral de su pueblo.